Sí, errar es humano... pedir disculpas cuando estás arrepentido también es humano y el perdonar es Divino.
¿Cuántas veces uno comete el error de herir a otras personas sin intención? ¿Cuántas veces la vuelta es más cruel y más malintencionada?
A veces uno pone su corazón a la vista u oído de todos con el simple deseo de ser escuchado y entendido... a veces no llega esa intención.
A veces uno quiere que el otro se juegue por lo que es mejor para él, para los demás, para quien le aconseja. A veces la manera en que se aconseja no es la mejor... pero ya lo dijo Antoine de Saint-Exupery: “lo esencial es invisible a los ojos”... la intención no se ve... y más cuando no se quiere ver, cuando lo superficial gana terreno.
Yo soy un ser comunicativo por naturaleza... lo que me pasa, lo digo... lo que siento, lo opino... y no con una finalidad de maldad... al contrario, creo que no podría ser de esas personas que se les sale el veneno... al menos de chica aprendí que es un camino que no quiero seguir.
Cuando alguien habla mal por atrás de otra persona, yo prefiero que antes de que me hable mal a mí, que lo hable con esa persona... no promuevo puñales por la espalda... pero bueno, tampoco me gusta hacer promoción de mis acciones, porque yo duermo en paz... yo sé quien soy y sé qué hice... amén de la mala publicidad ajena, amén de aquellos que juzgan y apuntan con sus dedos.
Y entonces si la vuelta de una acción sin mal propósito es maldad pura y juicios faltos de verdad ¿Cómo se reacciona a la reacción?
Ya perdoné... y quisiera que sin orgullos volvamos a vernos y reír... será posible?
¿Cuántas veces uno comete el error de herir a otras personas sin intención? ¿Cuántas veces la vuelta es más cruel y más malintencionada?
A veces uno pone su corazón a la vista u oído de todos con el simple deseo de ser escuchado y entendido... a veces no llega esa intención.
A veces uno quiere que el otro se juegue por lo que es mejor para él, para los demás, para quien le aconseja. A veces la manera en que se aconseja no es la mejor... pero ya lo dijo Antoine de Saint-Exupery: “lo esencial es invisible a los ojos”... la intención no se ve... y más cuando no se quiere ver, cuando lo superficial gana terreno.
Yo soy un ser comunicativo por naturaleza... lo que me pasa, lo digo... lo que siento, lo opino... y no con una finalidad de maldad... al contrario, creo que no podría ser de esas personas que se les sale el veneno... al menos de chica aprendí que es un camino que no quiero seguir.
Cuando alguien habla mal por atrás de otra persona, yo prefiero que antes de que me hable mal a mí, que lo hable con esa persona... no promuevo puñales por la espalda... pero bueno, tampoco me gusta hacer promoción de mis acciones, porque yo duermo en paz... yo sé quien soy y sé qué hice... amén de la mala publicidad ajena, amén de aquellos que juzgan y apuntan con sus dedos.
Y entonces si la vuelta de una acción sin mal propósito es maldad pura y juicios faltos de verdad ¿Cómo se reacciona a la reacción?
Ya perdoné... y quisiera que sin orgullos volvamos a vernos y reír... será posible?
Qué solo está el principito, no?
Juro que ahora leo todo y comento. Antes, la invito a un jueguito que le deje en mi blog. Se prende?
ResponderBorrarbesos!
EL problema sabés cual creo que es? Que a medida que crecemos y dejamos al niño que fuimos, lleno de pureza e inocencia, nos vamos corrompiendo y llenando de sentimientos oscuro.
ResponderBorrarSi todos crecieramos sin dejar de ser ese chiquito sincero que fuimos, tendríamos un mundo mucho mejor. Y no es una utopía, estoy segurísima que es así.
Un beso grande Aby!
Comparto con tina. Para los chicos es mas facil solucionar conflictos, y ser "amigos".
ResponderBorrarPara nosotros, el rencor, la venganza, la traición. Son moneda corriente.
Suerte en tus intentos!